Cómo elegir películas para los niños

Con tanta oferta de cine infantil, cada vez se hace más difícil elegir el título apropiado para los niños. ¿Cuáles son las variables que hay que tener en cuenta a la hora de elegir una película infantil?

Con las películas de estreno en cine, los estrenos directos en video y los documentales para niños, el volumen de películas dirigidas al público infantil es lo suficientemente grande para volver locos a padres y madres, acostumbrados a los buenos años 60 en los que Walt Disney representaba animales, príncipes, pobres, y malvadas madrastras.

Por fortuna, la calidad de las películas para niños no sólo se limita a títulos como Mickey Mouse o Peter Pan. De hecho, muchas películas infantiles, aparte de entretener, ponen énfasis en la transmisión de los valores más importantes y pintan una cuadro agudo del mundo en que vivimos.

Pero, ¿cómo saber cuáles son apropiadas, y cuáles no?.
Cada país tiene un sistema de valoración de las películas basándose en la cantidad de violencia, sexo, lenguaje adulto, y de uso de drogas que los niños podrían escuchar y ver.

Estas calificaciones ofrecen información preliminar sobre las películas de modo que los padres y educadores pueden decidir qué películas quieren que los niños vean. No obstante, no sólo hay que confiar en las calificaciones para determinar si la película es o no apropiada para los niños.

Las críticas o reseñas hechas en revistas, periódicos, foros, etc, pueden ser una fuente confiable de información en cuanto al contenido de las películas. Cuando exista algún tipo de duda, mira la película por tu cuenta antes de permitir que los niños la vean.

Las películas deben ser apropiadas según la edad. Los niños de diferentes grupos de edad y diferentes etapas de desarrollo no responderán de la misma forma ante un contenido visual similar o igual.

Una película de calificación PG (No recomendada a menores de 7 años), posiblemente, afecte de distintas maneras a un chico de siete años y a uno de trece. Asegúrate de que la película trate un tema que sea comprensible para niños. Por ejemplo, una película que desaliente la violencia no tiene que hacerlo a través de más violencia o de temor.

Las buenas películas para niños abordan asuntos sensibles y temas desde el punto de vista de un chico, a la vez que enaltecen el entendimiento y la experiencia del niño.