domingo, 11 de mayo de 2008

Programación inadecuada

Una de las claves que desvela el estudio Uso y Contenidos de la Televisión elaborado por la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios en colaboración con la Conselleria de Educación, es que la programación infantil es totalmente inadecuada. No hay más que analizar los programas que se emiten a la hora en la que hay más audiencia infantil, por la tarde, para comprobar que los programas para niños brillan por su ausencia. En cambio, según denuncian los padres, la parrilla reserva la noche del sábado para películas infantiles, a una hora a la que los niños deben estar ya durmiendo. Sólo una de las ocho cadenas estudiadas, entre las que no se incluyó ninguna de pago, dispone de programación infantil de lunes a viernes.

El conseller Alejandro Font de Mora destacó la importancia de hacer un buen uso de la televisión. Eso supone encenderla para ver un programa en concreto y cuando acaba apagarla. Por el contrario, son muchos los menores que tienen encendida la pantalla mientras juegan o hacen los deberes.

A pesar de todo, los padres reconocen, según el estudio de Avacu, que la televisión es mediocre, inadecuada para sus hijos, muy violenta, incluso en los dibujos animados, con excesivo sexo y programas basura, con grandes cortes publicitarios que bombardean a los niños con anuncios y orientada a generar una determinada conducta social consumista y sin valores. Además de pobre y violenta le critican por falta de valores e imaginación.

Mensajes violentos y sexistas
Por último, Moner adelantó algunos datos de la segunda parte del estudio, actualmente en elaboración, que analizará los contenidos de la programación infanti. «Tira la toalla antes de que sea demasiado tarde, no quisiera matar a mi mejor amigo», «Nuestros hijos son pésimos y quiero que se esfuercen para que se puedan vengar» o «las mujeres son mujeres y tienen sus limitaciones», son algunas frases dichas por los protagonistas de programas destinados a público infantil y que están lanzando preocupantes mensajes de violencia, competitividad y sexismo, afirmó.

Películas Infantiles con Personajes Reales

Cuando hablamos de películas infantiles todo el mundo piensa en películas de dibujos animados o películas de stop-motion, pero nos olvidamos de otras muchas como son las películas infantiles con personajes reales.

Según la opinión de muchas personas, las películas infantiles con personajes reales son mucho más atractivas, debido a que los niños puden verse reflejados en numerosas ocasiones en algunas escenas de estas, aunque no quiere decir que, en las películas de dibujos animados no pueda pasar esta situación.

No sólo reflejan la realidad, las películas con personajes reales también pueden ser fantasiosas, mágicas, aventureras, con personajes no humanos, etc, que pueden parecer divertidas para el público infantil.

A continuación vamos a exponer una lista de algunas de ellas:

Mary poppins, La Historia Interminable, E.T., el Extraterrestre, Los Goonies, Babe, el Cerdito Valiente, Space Jam, Matilda, La Bruja Novata, Willow, Casper, Hook, Mi amigo Mac, Flipper, Sólo en casa, Cariño, he encogido a los niños,...

Y otras más recientes como pueden ser:

Harry Potter, Charlie y la fábrica de chocolate, Spy Kids, El Arca de Noé, Las Crónicas de Narnia, Stuard Little...

Critica a las películas infantiles; "Buscando a Nemo": algo diferente...



Nos es extraño que haya quien que siga identificando las películas de dibujos animados con temas infantiles, canciones de Phil Collins y muñequitos en el Happy Meal. La culpa de esta forma de pensar la tiene Disney y su estancada política creativa : viendo sus últimas películas uno no sabe en qué orden se relizaron éstas, si primero fue el estribillo del ex-batería de Génesis (¿Cómo pudo coincidir este hombre en un mismo grupo con el insuperable Peter Gabriel), la colección para el Mc Donald´s o el propio guión.
A los que crean que ésta es una película infantil o a los que, más abiertos, teman que los de Pixar (el laboratorio donde Disney parece atreverse a hacer lo que se prohíbe a sí misma) no están a la altura de un Monsters S.A. hay que recomendarles que junten los seis euros de la entrada y vayan a verla al cine. Seguro que dentro de unos meses saldrá la versión en DVD con varias horas de extras y contenido adicional, pero verla en el cine es una obligación para disfrutar de todos sus matices.
Y es que ésta, a pesar de la importancia de los detalles técnicos, es una película que se viste por los pies, construyéndose sobre la base de un gran guión. Una de esas historias que van por delante del espectador y tiran de él, liberándole de esa tarea de carga a la que le someten tantas películas actuales. Los de Pixar se han pasado, sin duda, muchas horas delante del ordenador diseñando ese mundo submarino, pero es evidente que antes le han dedicado muchas más a encontrar algo que contar.
El núcleo de la película no es más que el viaje que realiza un personaje para lograr un objetivo. Una trama convencional a la que los guionistas de Pixar le dan una vuelta de tuerca porque ya no se trata del rito de paso de un adolescente, sino de la aventura de un adulto al que se le suponía ya más inamovible que una hipoteca con el BBVA. Ya no es Heidi la que busca a su madre, sino la madre la que trata de encontrar a su Heidi.
Ese planteamiento le da ya una ventaja inicial a la historia que se beneficia, además, de una estructura narrativa sugerente. La narración va saltando de la historia del padre a la del hijo, con ese estilo que tan bien utiliza Vargas Llosa en sus novelas. Para que una apuesta como ésta funcione hay que saber administrar la información y mantener el mismo nivel en las dos historias, como un malabarista con dos platos. Si no se hace así, el espectador recibe el cambio con cierta desgana, pues siempre habrá una de dos que él prefiera. Los de Pixar se la han jugado y han sacado una nota muy alta. En este sentido, la película es un ejemplo de cómo mantener el ritmo y el interés del espectador a dos bandas.
Al romper la historia en dos, los de Pixar se pueden permitir el lujo de hacer pasar por la película a una gran cantidad de personajes (el doble de lo normal, si las matemáticas no me fallan). Aunque mantienen cierto estilo tipo ciego y lazarillo (parece que hay cosas que nadie puede eliminar, el hueso ante al que hay que ceder), se las ingenian para que, o bien sean bastantes personajes los que hagan de lazarillo a la vez (en el acuario), o que se vayan turnando en esa tarea (en el océano). Así que hay peces para llenar varias películas y para mantener la sorpresa y la curiosidad del espectador hasta el final : nada de casarse con un cangrejo que cante "Under the sea", por poner un ejemplo traído de otras películas paralelas. Aquí nadie abre la boca para cantar, otro detalle que hay que nunca le agradeceremos los suficiente a los de Pixar. Si no hay canciones, no corremos el riesgo de que Phil Collins limpie su disco duro y trate de vendernos los restos del cajón como ropa de marca. Ni canciones ni coreografías.
A nadie se le obliga a cantar y nadie, acierto del guión, tiene el papel de Malo Absoluto, tan socorrido en las historias infantiles de recorrido corto. Aquí no existe ese Mal con mayúsculas (salvo que alguno le tenga auténtica fobia a los dentistas), sino un conjunto de pequeños cabrones (cangrejos que piden algo a cambio de la información, gaviotas con ganas de anticipar el fin de Nemo, niñas con aparato en los dientes y deseos de experimentar con los animales…), que es lo que uno se acaba encontrando en la vida real. Cabrones, y marrones como los que van descubriendo los protagonistas de la película. O villanos y contratiempos, para los que prefieran la versión Disney políticamente correcta de la anterior frase.
Y, sin personaje que haga de Malo Absoluto, resulta imposible desarrollar esa moralina tradicional de las películas infantiles. Algo que a Disney le crearía bastantes problemas pero que en esta película supone otro punto más a su favor. Siempre está uno libre de decir que esta esa una historia sobre la superación, la búsqueda, la amistad o la familia y acertaría con cualquiera de estas definiciones, lo que tampoco es afirmar mucho. Al fin y al cabo, también esos son elementos que reconoce cualquiera en su vida y que no le permiten saber cuál su tema (Para qué estoy aquí, por qué…y todas esas preguntas con las unos ruedan "Matrix" y otros montan una consulta).
Si esta película sobre el mar está muy lejos de hacer aguas se debe, en fin, a que por debajo de la estructura, del guión, de los personajes y de la ausencia de canciones, se percibe un tono irónico que empapa todos los elementos. Una ironía muy saludable que impide que la historia se vuelva ñoña y que permite que, de vez en cuando, surjan momentos de un humor bastante gamberro. Ese aire, marca de la casa Pixar, que a Disney sólo le duró los primeros diez minutos de Lilo & Stitch.
Al salir de la película uno experimenta cierta catarsis de andar por casa. Por un lado, vuelve a reconciliarse con el cine, contento de que su apuesta por Pixar (al fin y al cabo, la hija rebelde de Disney) haya encontrado un argumento más para mantenerse en cabeza. Por otro lado, se descubre mirando los acuarios y los puestos de la pescadería con una mirada menos humana y más animal, preguntándose si alguno de esos peces habrá conocido a Nemo.

sábado, 10 de mayo de 2008

Mensajes subliminales en las Películas Infantiles

Los mensajes subliminales utilizados por la nueva industria de la cultura audiovisual, básicamente consisten en la trasmisión de códigos sonoros, visuales o de otro tipo, cuyo destino final es el inconsciente humano. Dichas señales en el oyente o en el receptor escapan al oído, a la vista, a los sentidos externos, pues lo que hacen dichos mensajes es penetrar y anidar en las regiones más primigenias del cerebro humano (cerebro reptílico- sistema límbico), sin que el sujeto se de cuenta. En este sentido, estas prácticas son mecanismos de manipulación y de agresión del desarrollo humano.


Los mensajes subliminales violentan el libre desarrollo de la personalidad, tanto en los niños como en los adultos. Al respecto, es necesario precisar que el cerebro de los niños se encuentra en proceso de maduración, y por tal motivo dichos mensajes pueden ser altamente peligrosos. Estas señales fácilmente pueden activar estructuras sinápticas nuevas, que pueden marcar de por siempre la vida emocional del niño. En estas edades, las capacidades emotivas de los niños son muy altas, en comparación con el desarrollo de las capacidades lógicas del neocórtex, siendo los niños demasiado vulnerables a tales efectos.


En la industria del cine dichos mensajes no son visibles al espectador, debido a la velocidad de desplazamiento de la cinta (24 fotos /segundo), de esta forma no se pueden captar a nivel visual, a pesar de que en dichas secuencias se introducen fotogramas subliminales que actúan sobre el inconsciente colectivo. Estos mensajes estimulan el cerebro humano similar a como lo hacen las drogas, es decir liberando neurotransmisores de estructura similar a la morfina natural reduciendo de esta forma la tensión nerviosa. Lo anterior produce sensaciones de agrado, de felicidad, de calma, pero pasajeros. Lo peligroso es que pueden deprimir funciones físicas como la respiración, produciendo dependencia y compulsión.


Existen otro tipo de mensajes subliminales de tipo visual, que se aprovechan mucho del espectro de luz, que no es visible al ojo humano, utilizando de esta forma una gama de intensidades de luz, como en el caso de los pokémon que emiten luces intermitentes que pueden actuar en forma inconsciente en los niños, estimulando en forma negativa su glándula pituitaria.



La empresa cinemaográfica Disney también ha estado de actualidad en su momento en lo que se refiere a los mensajes subliminales introducidos en sus películas de animación. Fueron denunciados por utilizar en películas infantiles mensajes sexuales dónde, primeramente, parecen inocentes dibujos animados. Así, el sonado caso de Los Rescatadores en Cangurolandia es uno de los más característicos. Otros casos son los de La Sirenita, El Rey León, Hercules,... entre otras.


A continuación vamos a mostrar algunos ejemplos de todo esto nombrado.



El primero será un video que resume los mensajes subliminales que aparecen en varias imágenes pertenecientes a las películas de "El Rey León" y "La Sirenita".








Este enlace pertenece a un video en el que aparece el mensaje subliminal de la película de "Hercules". Después de verlo, juzgad ustedes mismos.


http://www.youtube.com/watch?v=-PJFkZ2bb64&feature=related



Y por último una imagen, perteneciente a la película de dibujos animados de Disney: "Los rescatadores", en la cual aparece, tras los personajes, una imagen en una ventana de una mujer desnuda.





Tras ver todo esto que hemos presentado, en sus manos queda creerlo o no, ya que todo puede ser un montaje.

Disney plagiado por...¡Disney!

El pirateo de todo tipo es algo que está a la orden del día en los tiempos que corren. No se libra nadie. ¡Qué sería de algunos sin el Copiar/Pegar o Copy/Paste, como más les guste!
Por eso llama la atención algo que ha aparecido reflejado en varios lugares a lo largo y ancho de la red, y son esas imágenes de películas de Disney que tienen un sospechoso parecido con… ¡otras películas de Disney!
Juzguen ustedes mismos:




Esto puede tener varias explicaciones. Una película como cualquiera de los ejemplos, en los tiempos en que se hizo, en que los dibujos se realizaban a mano y la animación no disponía de los potentes ordenadores de hoy en día, era algo artesanal y costoso. Cualquier disminución del trabajo era bienvenida. Lo típico era utilizar fondos fijos y “mover” sólo algunos elementos (se suelen apreciar muy bien por las diferentes tonalidades) y si esas imágenes en movimiento se podían “reciclar” para otra escena, más metraje y menos trabajo, así que por eso se hacía.


Se pueden ver más ejemplos de fotogramas en esta web: http://www.prodisney.ru/index.php?page=clones.php


Hay otro caso más flagrante, que es El Rey Leon, donde las imágenes hablan por sí solas:




Crítica a la película: "Érase una vez, un Cuento al Revés".




“Érase una vez, un Cuento al Revés (Happily n'ever after)” es una película que se burla de los estereotipos que hay en los cuentos tradicionales.


Parece que los clásicos infantiles no sólo han triunfado en sus épocas, sino que también lo hacen ahora, ya que, nos guste o no, son la base de la mayoría de las películas animadas actuales.



Una vez más aparecen la Cenicienta preparada para el baile, su malvada madrastra, la Bella Durmiente a punto de recibir su beso, los siete enanitos y varios más, sobre los que ironiza la historia.



En esta película, “Érase una vez, un Cuento al Revés” todos los espectadores están esperando el típico final feliz al que estamos acostumbrados, pero, sin embargo, se modifica todo con el estilo cómico de los dibujos actuales.Por ejemplo la escena que aparece el mago que mantiene la balanza del bien y el mal equilibrada se va de vacaciones, la madrastra de Cenicienta le saca la varita mágica para adueñarse del País de los Cuentos de Hadas y así cambiar los finales de todos.



Por ello, hemos de intentar que los cuentos/películas vuelvan a ser lo que eran: una historia simple que siempre termina bien.

Teleadictos sin control

Muchas horas, programas no adecuados y sin control por parte de los adultos. Este es el diagnóstico del uso que hacen los niños valencianos de la televisión.

Más de la mitad de los menores ven la televisión por la tarde cuando vuelven del colegio, pero en esa franja horaria lo que ofrece la pequeña pantalla son telenovelas, programas de crónica social y actualidad, reality show, programas de testimonio, concursos, venta de productos, series no recomendadas para menores de 13 años y avances de programas dirigidos a mayores. Esta es una de las conclusiones más preocupantes del estudio sobre Uso y Contenidos de la Televisión elaborado por la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios en colaboración con la Consejería de Educación.

La televisión es hoy en día un «elemento fundamental en el desarrollo de los niños y su influencia es muy grande, por lo que es necesario aprender a usarla», según destacó el conseller, Alejandro Font de Mora, quien añadió que con las conclusiones del estudio se elaborará un documento para repartirlo en todos los colegios.

Lo primero que ha estudiado el informe es cuántos aparatos de televisión hay en la casa y donde se sitúan. En la mitad de los hogares valencianos hay al menos dos televisores, y en uno de cada cuatro se pueden encontrar hasta tres. Además, el 15 por ciento de los padres reconocen que hay televisión en el dormitorio de sus hijos, un porcentaje que se eleva hasta el 30 por ciento en adolescentes entre 9 y 16 años. En cuanto al tiempo que dedican a ver la televisión, la mayoría ve entre una y dos horas diarias entre semana, aunque un 25 por ciento supera esa cifra y llega a las cuatro horas. En festivos el porcentaje se eleva sustancialmente y un 18 por ciento de los menores llegan a estar hasta seis horas viendo la televisión.


Un tiempo excesivo si se tiene en cuenta que además hay que sumar las horas que pasan ante otras pantallas (videojuegos, internet y móvil), según destacó el presidente de Avacu, Fernando Moner, quien además quiso destacar que un 45 por ciento ve la tele por la mañana antes de ir al colegio, el 22% a medio día, un 21 % por la noche y más de la mitad cuando vuelven de clase. Los padres reconocen que sus hijos ven la tele mientras desayunan, comen, meriendan o cena, con lo que «las familias han sacrificado el momento más idóneo para el dialogo que es mientras comen juntos».

ABC.es Valencia. Por Luz Derqui